Durante los últimos tres capítulos del libro, M. Harris se centra en el concepto de brujería y la caza de las brujas producidas, sobretodo, en la Europa medieval. Marvin explica como a las Brujas se les obligaba a declarar todas sus fechorías como los pactos que realizaban con el demonio, o por qué volaban hasta los aquelarres. Muchas de ellas confesaban o acusaban a gente inocente para poder ser excluidas de ese “delito”, y así se llegaba a maltratar a esas personas inocentes con el fin de que fueran ellas la que confesasen su brujería.
Así se llegó a la locura de las brujas, donde todos se acusaban unos a otros aunque antes de dictar sentencia se intentaba verificar esas acusaciones. Como castigo, a las calificadas como brujas se les condenaba a morir quemadas en la hoguera y era la propia familia de esta la que tenía que cubrir los gastos, enriqueciendo así a la Iglesia, que veía esta locura como forma de recaudar dinero. La extensión del fenómeno de la brujería se extendía por todas las ciudades, pero Europa fue la más afectada, donde llego a convertirse en una obsesión.
Por último, Marvin Harris hace referencia a un “retorno” de la brujería. Explica como, en la sociedad actual, la gente cree en fuerzas sobrenaturales que rigen nuestras vidas y que nos impiden centrarnos en los aspectos materiales y racionales de nuestra vida, ese es el denominado retorno de la brujería. Como un inciso, el autor lo relaciona todo con las pseudociencias ya que las personas se pueden ver influenciadas por falsas ciencias. En antaño, la mentalidad de gente era muy corta y no se poseían grandes conocimientos por el cual era bastante fácil tener engañada a la población con simples temas que no contenían nada de veracidad.
1 comentarios:
La redacció!!! No feu judicis de valor. Abans no eren més ignorants que ara, doncs Bush consultava a una bruixa per perdre decisions polítiques. No és un tema d'ignorants.
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